Enero
Tanta belleza. Sobre The French Dispatch
The French Dispatch propone algo nuevo, y no solo algo nuevo dentro de la filmogafía de Anderson, sino probablemente algo nuevo dentro del cine. ¿Estoy exagerando, arrastrado por el entusiasmo? Posiblemente, pero al final vale más un error vibrante que una verdad seca.
Pero la nuca de Romy no revela solamente la selectividad de mi memoria, sino también la invención parcial de Claude Sautet, quien filmó el plano que recuerdo en Las cosas de la vida y varias veces más, transformándolo en un signo de su cine que pudo no haber sido dado nunca a la luz de no haber conocido a esa mujer.
Las películas que hizo Godard en los años 60 muestran, entre tantas otras cosas, que amaba un cine del que se sentía irremediablemente separado. En este punto, su película fundamental es El desprecio, que pone en relación a un maestro y a un discípulo manso, derrotado casi, cuyo drama no es el de la traición y el parricidio sino el de la línea de transmisión quebrada.
De tripas corazón: Desglosando el Moreira de Favio (18 a 20)
Con este sol… La frase insignia del cine argentino expresa una potencialidad amenazada. Caricia de muñón, Moreira la pronuncia mordiéndose todo el amor embarrado en los labios. Si el héroe épico, pura potencia vital, es un sol en sí mismo, el de Favio se inclina hacia la luz como las flores, anda siempre buscándola porque siempre lo amenaza la sombra.

Febrero
Inmaduro: sobre Licorice Pizza
Así que, exento de las relaciones de causalidad más duras y hasta del criterio mismo de progresión, lo que Anderson captura y libera es una intensidad vital continua, que adquiere durante un tiempo formas tentativas y luego sigue adelante, con igual o mayor fortaleza. Esto es lo que se mueve entre las secuencias, irreductible a la historia y al concepto.
Como si Larraín tuviera mucho para decir (ah, que la realeza es una institución tradicionalista, ah, que el peso del pasado no deja lugar para el presente, ah que pobre Diana), como si tuviera alguna forma nueva de hacerlo, “Spencer” se deshace del corset del biopic y se lanza a un baile descontracturado de Diana por los pasillos de no sé qué castillo, a la vez que confunde sofisticación con aburrimiento.
Anticoncepción, nacimiento, desgracia, muerte y resurrección
Serge Gainsbourg filma su chanson más caliente como si fuera un blues de París, Texas. Je t´aime moi non plus (1976) es basural melancólico, road movie rayada, pornopop de Genet. Dos camioneros putos, Depardieu a caballo, un viejo pedorro. Corazones solitarios y culos rotos.
Berlanga / Minnelli: utopías manchadas
Como si un artista no pudiera crear un paraíso sin crear también aquello que le quita su condición de tal. Como si un paraíso que no puede perderse o exhibir sus fallas solo fuera posible para predicadores y mercachifles. Como si hasta en la ficción más absoluta hubiera que hacerle lugar al dolor y en última instancia a la muerte.

Marzo
Dos cortes (principios de invierno)
A las nueve y media de la noche cortaron la luz. Son las cuatro y todavía no volvió. A medianoche, después de una botella de tinto compartida con mi viejo en su casa, volví a la mía y me dormí. Había ido a buscar velas. Mi vieja estaba preparando un guiso de mondongo. Hablamos del corte, de una película con Capusotto, de hierbas medicinales, de Sinatra y de mi abuelo José.
De tripas corazón: Desglosando el Moreira de Favio (21 y 22)
Putear con la cámara no es cosa de todos los días. Moreira grita “mierda” cuando rechaza al emisario político que le encargó el asesinato de Marañón y Favio lo rubrica con un zoom out que coincide con la salida intempestiva del héroe y que ensancha el espacio que en toda la película tiende a estrecharse como el destino –léase también “decisiones políticas”- del gaucho.
La primera pregunta que surge, me di cuenta, es ¿qué es un biopic? No lo sabemos con precisión, supongo que en parte porque como es un género en general pedorro, nadie se ha dedicado a pensarlo demasiado.
A L’aventure, de Jean-Claude Brisseau
Ahí donde Rohmer cuenta historias de personajes que se resisten a la transgresión (la magistral El amor después del mediodía, por ejemplo), Brisseau cuenta historias de personajes que se le animan. Un católico y un libertino: esos hermanos.
El juego circular: canciones de adolescencia en la generación de los ’60
La escena folk de los años sesenta y su estela existencialista dejó numerosas canciones que, escritas desde una precoz adolescencia, reflexionaban sobre la juventud que se esfumaba y el paso trágico del tiempo.
El montaje letrístico de Petzold escande imágenes, parlamentos y hits. Como en las letras de una canción, los diálogos desarrollan el relato y a la vez son acontecimiento poético,

Abril
La estética le exige tributo a todo lo demás; ausente, todo lo demás puede moverse a sus anchas y recitar sus discursos sin encontrar resistencias. Un objeto manso alimenta bien a los estudios culturales y a la sociología. Un objeto indócil los pone fácilmente en ridículo.
Sin embargo, ni una sola vez nadie me planteó la pregunta que a mí me parece más interesante: si haber filmado cambió mi forma de acercarme a la crítica.
De tripas corazón: Desglosando el Moreira de Favio (23 y 24)
Sólo en Juan Moreira hay más pasillos y corredores, incluso en medio de la pampa, que en toda la filmografía de Scorsese, y eso que para Marty son el Edipo mismo (según su propia confesión en A letter to Elia, vienen de Al este del paraíso).
En Junior Bonner el padre le dice a Steve McQueen: “Si este mundo es para los ganadores, ¿para los perdedores qué queda?”. Y McQueen contesta: “Bueno, alguien tiene que sujetar los caballos”. Pero claro, también podría haber dicho: “El cine del que participamos ahora mismo. El cine de Peckinpah”.
No sé qué relación tengo con el «joven cine americano» y me importa un carajo. Sólo espero ser capaz de hacer películas que estén a la altura de los directores que respeto.

Mayo
La punta del obelisco: Adieu Bonaparte, de Youssef Chahine
Lo primero es el amor, incluso mientras el imperio invade tu patria. La flota de Napoleón desembarca en Egipto y una piba prepara la cama y la escalera para el encuentro clandestino con su amante. La familia de una panadera cuenta la Historia. Si la patria no es amor y pan, no es nada.
Que se lleve las medias mojadas el que quiera un reflejo, un síntoma, una tesis. La misión es resistir en la música. O si se quiere (la imagen es de Aira): en la euforia del arte. Lo más que se pueda. Como un chico en su berrinche o un soldado japonés en su guerra ya perdida.
Final de tripas corazón: Desglosando el Moreira de Favio (25 y 26)
La bota de un milico aplasta a una ranita al pasar, interrumpiendo el hechizo del abrazo entre los amantes posterior al polvo, en uno de los grandes planos bazinianos prácticamente inadvertidos del cine argentino.
¿Cómo hacer un cine pasional de personajes clínicos, detallistas, ajenos al drama por profesión?
Finalmente voy a tener que rendirme ante la evidencia y hacer lo que mis amigos que, por lo menos en esto, fueron bastante más razonables que yo, hicieron hace tiempo: soltarle la mano a Joe Wright.
Sobre Los globos, de Mariano González
De un lenguaje parco y riquísimo, de pocos colores hermosamente distribuidos, de marcas de cerveza, de trabajo a escala familiar y presión en el pecho. De todo eso está hecha Los globos.

Junio
«Fuego azul», se oye en «Almita herida», y con esas dos palabras Cadícamo da con la fórmula melancólica del tango.
Recuerdo en especial haber visto de esta forma clandestina la famosa “Manon” de Clouzot en la que por primera vez vi en la pantalla las tetas de una mujer. Lo recuerdo bien porque estas tetas tuve que describirlas muchas veces. Gracias también a Clouzot disminuyó mi inferioridad entre mis compañeros.
Tropieza quien dice: voy a escribir una novela sobre la nieve y escribe una novela sobre la nieve, y tropieza quien comienza a escribir sobre cierta película en función de alguna idea y cuando pone el punto final la idea permanece intacta, apenas revestida con ejemplos y citas, moderadamente segura de sí.
Casi como las tramas familiares de todo su cine son una excusa para que Ozu encuadre pasillos y puertas corredizas y mesas y teteras y ventanas y vías del tren y faroles y estampados y transiciones entre trajes occidentales y kimonos, y visitas barriales y sonrisas y primeros planos y baños y bandejas con tazas.
La realidad debería estar prohibida
Cada vez que Almodóvar observó la contundente pero no descontextualizada máxima pronunciada en La flor de mi secreto -«la realidad debería estar prohibida»- hizo películas grandiosas en las que lo real -más verdadero que todo realismo- irrumpe, se derrama o explota.

Julio
Joaquín Jordá entre Pasolini y Rohmer: dos notas y un epílogo
Por supuesto, nada de esto le habrá impedido a esa curiosa invención burguesa llamada intelectual comprometido decir que con sus intervenciones Joaquín Jordá le hacía el juego a la derecha.
El tiempo viejo: sobre Cuesta abajo
No podía entender lo que me estaba perdiendo hasta que no vi Cuesta abajo y recién ahora descubro que ese cine estático, declamado, moralista y no demasiado bien encuadrado es, en realidad, el cine mismo.
Me tomaría una caja de vos: amores acústicos en las colinas de California
Joni Mitchell graba la primera versión de «A Cause of You» a comienzos de 1971 en los estudios de A&M en California, durante las sesiones de Blue, que se volvería su disco más reconocido. El cambio de década era un momento intenso de su vida: había encontrado camino propio en la escena musical, luego de varios intentos fallidos, y sus discos eran recibidos con entusiasmo creciente.
Vittorio De Seta: poeta y antropólogo
El sentido del ritmo de De Seta, el uso que hacía de la cámara, su extraordinaria habilidad para integrar personajes y ambiente, fueron para mí una completa revelación. De Seta era un antropólogo que se expresaba con la voz de un poeta.

Agosto
Doble Carril: El astro de la sombra
Según Fernando Martín Peña, el objetivo de Homero Manzi fue “contribuir a la elaboración de una mitología que el público pudiera sentir propia”. Del Carril lo comparte y protagoniza dos de las tres películas en las que Manzi figura como co-director.
La filmografía de Lang abunda en simetrías, en puertas, manos y relojes. Es sencillo traducir cada insistencia por un concepto: rigor, doblez, manipulación, fatalidad. Pero Lang es demasiado grande como para ser tratado de este modo, como un mero ilustrador de ideas. O si se quiere decir con otras palabras: como un enemigo del plano.
La ficción de los Estados Unidos de América ha gestado dos magníficos mitos animales de proporciones gigantescas y múltiple sentido: el simio Kong y la blanca ballena Moby Dick. Para insinuar que esta novela era simbólica, Melville declara enfáticamente que no lo es en el capítulo 46. A despecho de las intenciones de sus hacedores, también King Kong habilita una infinita variedad de lecturas simbólicas.
Pobres los que viven pidiendo auxilio a la cultura. Pobres los que dicen todavía: ah, pero esto no es solo una película. Benditos, claro, los que aman a Sirk, que por tener el cine encuentran también lo que los otros buscan torpemente.
Da para todo: sobre los Taviani y Boccacio
Los Taviani buscan algo bien distinto: ahí donde Pier Paolo era irreverente y carnal, Paolo y Vittorio son estilizados y trágicos. Las miradas son diferentes y, por suerte, como el “Decameron” es uno de esos libros que contienen el universo entero, nadie puede acusar a nadie de haber traicionado el original: Boccaccio da para todo.

Septiembre
De Prospero’s Book, que no sé cómo la llamaron acá, tengo impresiones más que recuerdos. Las letras aparecían en pantalla y yo sentía que esos libros que aparecían en relieve se podían tocar.
Sobre No y Peele y romper las pelotas
Lo que encuentro en Nop es que tanto despliegue de idas y vueltas, tantas ideas parecen buscar más una reacción de gambeteo narrativo que un efecto cinematográfico. Más “Ah, mirá qué interesante” y menos “Concha’tumadre”; más autor y menos terror. Como si le preocupara más dejar en claro sus habilidades que construir una película.
Diarios, notas y sketches 1. Lectura, intuición, juventud
Blanchot, que alguna vez habló del “combate de la literatura por la literatura”, empieza así su Kafka por Kafka: “Con toda seguridad, se puede escribir sin preguntarse por qué se escribe”. La afirmación es aún más cierta para la lectura. Leemos por leer. Es eso lo imborrable.
En cuanto terminó la clase Ribera se puso a buscar la foto en blanco y negro de su madre quinceañera que recordó mientras hablaba de Los puentes de Madrison y no advirtió diferencia sustancial alguna entre ella y Anna Magnani o cualquier otra rústica estrella italiana de la época.

Octubre
Sin cauce: sobre Tre piani, de Moretti
Por un momento, la primera media hora diría, creí que finalmente había llegado el momento que tanto temía: Nanni Moretti acabó por filmar una película que no me gusta. Se veía venir: de un tiempo a esta parte, sus películas vienen perdiendo ritmo, se vuelven más pesadas y discursivas.
A cada quien lo suyo (Jacques Rivette habla de cine)
Funny Games. Qué espanto, un pedazo de mierda absoluto.
Manny Farber: la imagen bestial
En algún momento se siente: Farber está parado en la línea misma de la vergüenza. Es el momento (emocionante) en el que confirmamos que Farber es un escritor.
Piensa en el pelo largo de Bárbara mientras la abraza, siente su pera apoyada sobre la cabeza de ella. Fuera de sí, la realidad le parece maleable o más bien tan vasta e imprevisible, tan ajena a su voluntad, que no queda otra que verla fluir.
Mural Perrone: un apunte sobre Sean eternxs
Perrone aprendió de Pasolini algo fundamental: que la pose no es un privilegio, que todo cuerpo tiene para dar un movimiento y toda cara un primer plano. El perfil de un chico con gorrita y nariz aguileña no es distinto del perfil del hombre que se peina en Los cuentos de Canterbury ni del perfil de Federico da Montefeltro, Duque de Urbino, pintado por Piero della Francesca.

Noviembre
Cine viral: una idea sobre Raúl Ruiz
Es algo que sucede en todas sus películas europeas, en grados diversos: a la vez que reniegan de la narración entendida al modo clásico exhiben una elegancia abollada, como para que nadie se confunda: esto no es cine culto. De hecho, es más bien una parodia producida desde sus propias entrañas.
Lo importante es que te la creas: sobre Hoy se arregla el mundo y el cine de Ariel Winograd
Nombre frecuente en las listas de las películas más vistas, es difícil sin embargo que Ariel Winograd aparezca en las de críticos, cinéfilos y gente de la cultura que supuestamente definen qué es “buen cine”. Y, sin embargo, en más de un sentido, Winograd es el director más importante que tiene Argentina en estos momentos.
La idea de que la clase obrera y buena parte del subproletariado (lo que la izquierda más ortodoxa llamó tradicionalmente el lumpenaje) se mueven hacia una vida integrada, segura, “bendecida” por el confort y el acceso al consumo, esa idea que para cualquier persona progresista es hoy por hoy su sentido común y un objetivo político a alcanzar, resulta para Pasolini la expresión máxima de una derrota.

Diciembre
Cuando filmamos mi escena final, Noiret estaba cerca, dispuesto a alimentarme y acompañarme hasta la muerte; al mirarme parecía implorar: “Por favor, no te mueras, ¿qué voy a hacer solo?”
Nace la mentira: sobre The Fire Within de Werner Herzog
¿De dónde surge esa galería de personajes extremos que Herzog retrata como ninguno? ¿De verdad existía el loco de los osos grizzly? ¿Gesualdo? ¿El pingüino de la Antártida? Hay mucho en la mirada y en la voz del propio Herzog (y en sus textos) pero los personajes están ahí, los filma, existieron.
Un Messi que regala belleza pero que está más allá de la belleza. Un Messi sublime, ¿se acuerdan de la palabra? Un Messi estético.
Nada me permitía suponer que este vasto océano de experiencias se escondía detrás de una pelota, a mí que nunca jugué, a mí que ni siquiera tengo un equipo, a mí que las banderas me importan más bien poco. Y, sin embargo, ahí estaba. Lo vi con mis propios ojos. Lo abracé en la calle con muchos millones. Todavía se me pone la piel de gallina y se me desbordan las lágrimas.
